Nadie sabía a ciencia cierta de donde vendría el estruendo…
Durante muchas décadas se habló del Rayo modesto y sus consecuencias en las almas de la gente, pero todo eran rumores hasta ese fatídico martes en que la humanidad iba a cambiar el rumbo para siempre.
Nadie sabia a ciencia cierta porque era martes…
Pudo bien ser un lunes, un viernes o incluso un sábado…
El problema principal era que no fue en domingo. Porque los domingos son días religiosos, y la gente tiende a ser hipócritamente bondadosa en esos días…
Tal vez si hubiera sido un domingo, las cosas hubieran sido diferentes… tal vez la humanidad hubiera cambiado tantito, pero no tanto como cambio siendo un martes…
Nadie sabía a ciencia cierta porque se cambió tanto todo…
Y es que hay rayos modestos que solo pegan en ciertas comunidades… como pequeños terremotos que desaparecen pueblos de los que nadie conocía la existencia.
Pueblos como esos escondidos entre sierras, selvas o desiertos… pueblos de esos que son de unos cuantos habitantes, donde todos se conocen entre sí y se casan entre sí y tienen hijos entre sí.
Nadie sabía porque le pego en especial a los hijos…
Y es que solo necesitabas saber una madre para comprender que el rayo nos daría en la madre. Con tener una ya sabías que la ibas a terminar chingando…
Al final de cuentas… un rayo modesto, con su modestia aparte, solo podía ser molesto… tan molesto como el gobierno que te dejó en la calle y al que si, efectivamente…le vales madre.