Chispas 28/12/2022.
En noches como esta, se me da pensar en ti… me imagino los diferentes escenarios de nuestro encuentro… puede ser la playa, o el bosque… una cabaña en el medio de la nada donde estamos atrapados por varios centímetros de nieve, junto a una chimenea que dibuja tu rostro en un color dorado… casi tan mágico como tu aura… casi tan hipnótico como tu conversación…
Te imagino acurrucada en un sillón, con una pequeña frazada en tu regazo, y tu libro favorito en las manos entumecidas que a cada cambio de página calientas un poco frente al fuego… “Ojos de perro azul”… he perdido la cuenta de cuántas veces has leído ese mismo cuento.
Te imagino levantando los ojos de las páginas, mirándome fijamente con esa mirada que solo a mi me regalas… esa que significa el mundo y da sentido a los millones de sueños que tengo contigo y de ti…
Te imagino riendo, te imagino besándome… te imagino mía y te imagino libre…
Nos imagino caminando por las calles de una gran ciudad, tomados de la mano… me llega el olor a café y churros de cajeta… palomitas de chocolate y esas galletas con nuez que eran mis favoritas cuando era niño…
Nos imagino en el cine compartiendo palomitas y un instante en que el mundo desaparece en un apando rectangular lleno de magia e historias que en la luz se vuelven realidad y posibilidad.
Nos imagino amándonos en libertad… corriendo por la vida y por las calles… comiéndolo todo… oliendolo todo… sintiéndonos juntos.
Mi mente describe a detalle cada marca de tu piel… cada peculiaridad de tu rostro… cada tono en tu sonrisa… Mi alma que juega a ser Dios y te crea y te destruye tan sólo para verte transformada… para verte volar… para darte lo único que es realmente importante, tu tiempo y libertad.
Te imagino escribiendo “Ojos de Perro Azul” en las mesas de los restaurantes que visitas… te imagino esperándome… Te imagino imaginándome que te imagino… un espiral de realidades que se tejen hasta formar la fantasía perfecta…
Te imagino soñandome… Un pequeño atisbo de esperanza llena de luz mi pequeña celda… luego recuerdo que solo te imagino… el rayo de luz se vuelve la chispa de una silla eléctrica… se me borra la sonrisa.
Es como una versión sexi de la cerillera. Fuego, ilusión y al final tristeza…
jejeje intentando resucitar a mi «unicornio morado» jajaja